Dicen que las apariencias no importan, pero para Simon Cowell, pueden serlo todo. Las primeras impresiones pueden tener un impacto duradero en ti, e incluso pueden empañar tu opinión de alguien de manera completamente incorrecta. Durante muchos años, el maquillaje se ha utilizado para proporcionar una especie de “arreglo”.
Muchos actores lo han utilizado para ayudarles a representar mejor a sus personajes.
Cómo te comportas en público es una parte importante de causar una buena primera impresión. Podrías ser la persona más talentosa en la sala, pero si estás demasiado nervioso, la gente pensará que eres inseguro porque no eres lo suficientemente bueno.
No es que el maquillaje o un nuevo corte de pelo cambien quién eres, pero los estudios han demostrado que las personas que se sienten mejor sobre su apariencia rinden mejor cuando es necesario.
Samantha Lavery, de 17 años, intentó crear una persona que pensaba que era la de una estrella del pop cuando audicionó para “The X Factor UK.” Intentó impresionar a los jueces con maquillaje de ojos pesado, un mono de cuero y el cabello rizado, pero sin éxito.
No fue elegida y fue enviada a casa llorando, ya que la decepción de no poder competir le afectó.
Estaba perpleja sobre qué había salido mal. ¿Fue su elección de maquillaje? ¿Su ropa no era apropiada? No tuvo más remedio que abandonar su sueño por el día y regresar a casa para reconsiderar sus opciones y el camino que tomaría su vida.
Después de unas semanas, recibió una llamada de Simon informándole que le habían dado un “Wild Card” para audicionar una vez más. Samantha no podía creer su buena fortuna y pronto estaba en camino a la mansión de Simon en Malibú para una segunda oportunidad de alcanzar la fama.
Cuando llegó para la audición y subió al escenario, parecía que no había aprendido la lección. Llevaba maquillaje de ojos pesado, lo provocó y usó tacones altos una vez más.
Simon una vez más no quedó impresionado y le dijo que se quitara la máscara. “Siento que aún no he conocido a la verdadera tú,” declaró con aspereza. Se podía ver la emoción en los ojos de la joven Samantha, pero esta
vez incluso Mel B, uno de los otros jueces, estuvo de acuerdo, y Samantha abandonó el escenario para volver a ensayar para la audición.
Cuando regresó al escenario, los jueces quedaron asombrados por su belleza natural. “Te quitaste la máscara y revelaste la verdadera tú,” exclamó un Simon encantado. Samantha procedió a dar la actuación de su vida, dejando a los jueces asombrados por su inmenso talento.
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