Clara es un orangután hembra que vivía junto a su cría. Forman parte de la Escuela en la Jungla para Orangutanes, un valioso programa que se encarga de cuidar y preparar a los orangutanes antes de devolverlos a la vida salvaje.
Todo parecía ir de maravilla entre madre e hija, pero a pesar de la corta de edad de la pequeña Clarita, tuvieron que separarse de manera completamente inesperada.
La escuela está ubicada en la isla de Borneo, en Indonesia.
Clarita fue secuestrada por un macho dominante y al mantenerse lejos de su madre siendo tan pequeña, comenzaba a correr el riesgo de no poder sobrevivir.
Por suerte, el equipo encargado de monitorear la actividad de los orangutanes se dio cuenta de lo sucedido y decidieron hacer algo para ayudar a Clara a reencontrarse con su bebé.
Clarita tenía tan sólo unos pocos meses de edad cuando fue separada de su madre.
Después de una semana lograron encontrar a Clara y a Clarita, pero tenían que ser muy cuidadosos para asegurarse de que fuese verdaderamente un reencuentro exitoso.
Una vez que madre e hija son separadas, la madre orangután puede rechazar a su cría si se da cuenta de que tiene un olor diferente. Incluso peor, puede llegar a herirla.
Clara y Clarita vivían de manera independiente y no pertenecían a ninguna manada.
Es por eso que el personal se preparó y realizó un acercamiento muy cuidadoso para poder mostrarle a Clara que su bebé había regresado.
Una cuidadora llevó a Clarita en sus brazos y la acercó hacia la jaula de Clara. Quería que se olieran mutuamente, mientras se mantenía sumamente atenta a las reacciones de la madre.
“No dejes que la agarre. Puede querer hacerle daño”, se escucha en el vídeo del encuentro.
Rompieron a llorar al ver lo que hizo la orangután después de que le quitaran a su bebé de las manos
orangután
A pocos pasos se encontraban otros cuidadores muy tensos en espera de los resultados de este importante reencuentro.
Tras varios minutos, todo parecía indicar que Clara se encontraba sumamente feliz de poder volver a ver a su hija, así que decidieron abrir la jaula para que finalmente pudiera tomarla en sus brazos. Sin embargo, había otra prueba final que Clara debía pasar.
“En ocasiones la madre rechaza a los bebés y los dejan morir de hambre. Se niegan a darles leche”, dijeron los cuidadores.
Los momentos que presenciaron los cuidadores no los habían visto jamás
Cuando abrieron la jaula, Clara parecía ansiosa por poder abrazar nuevamente a su pequeña.
Tras un par de minutos se acostó junto a ella y finalmente demostró que su corazón de madre estaba dispuesto a darle la bienvenida al ser que más amaba en la vida.
La pequeña Clarita tenía hambre, así que tras buscar ansiosamente en el pecho de su madre, comenzó a amamantar sin problema, enterneciendo a todos.
Las crías de orangután suelen pasar sus primeros siete años de vida junto a sus madres.
Todo el equipo suspiró sumamente aliviado. Madre e hija podrán volver a vivir juntas. La cuidadora trató de explicarle a Clara que el encuentro sería definitivo, que ya no tendría que temer que le quiten a su pequeña. Y para consolarla y para que entienda que ellos están ahí para garantizar su felicidad, le dijo al oído:
“No te la volverán a quitar, Clara. No volverá a pasar. Es tuya”.
Este es el emotivo reencuentro entre la madre y su bebé que toca hasta el corazón más duro:
Este tipo de proyectos velan para que los orangutanes se encuentren completamente saludables y aprendan todo lo que necesitan para poder vivir por sí mismos de nuevo en libertad.
El reencuentro entre madre e hija es por demás, emotivo y conmovedor. Desde Zoorprendente te queremos recordar la enorme importancia de preservar la vida de estos hermosos animales.