Kiska “la orca más solitaria del mundo” muere en cautiverio a sus 44 años.

INTERESTING NEWS

El sufrimiento para Kiska, considerada la orca más triste y solitaria del mundo, ha llegado a su fin. El cetáceo llevaba once años viviendo solo en el parque Marineland en Ontario-Canadá, quienes la acogieron cuando solo era una cría.

Según publicó el portal TMZ, Kiska finalmente ha fallecido a los 44 años, después de llevar prácticamente toda su vida en cautiverio.

Kiska “la orca más solitaria del mundo” muere en cautiverio a sus 44 años.
Kiska
Fue en Islandia, en 1979, cuando fue capturada, para entonces solo tenía dos años. La vendieron a un parque acuático, donde vivió durante mucho tiempo totalmente aislada, a pesar de que las orcas, la igual que otros cetáceos, viven en grupo y son conocidas por ser animalitos muy sociables.

Kiska pasó años en Marineland, el parque que la acogió y “veló por su bienestar”. A través de un comunicado el equipo a cargo de los mamíferos marinos informó:

“Llorarán la pérdida de Kiska”.

Sin embargo, el parque ha sido fuertemente criticado por las condiciones en que tenían a este gigante animal, desde los años 70 se les señala de “maltrato animal”, sobre todo después de que se hicieran virales las imágenes de Kiska desesperada golpeándose la cabeza con el cristal del acuario.

Kiska pasó once años completamente sola, tuvo embarazos forzados dando a luz a cinco crías, desafortunadamente todos fallecieron. Aunque tuvo varios compañeros, estos también murieron y quedó completamente sola.

Después de hacerse virales las imágenes de Kiska dando vueltas en el acuario y golpeándose con el cristal fue considerada “la orca más triste del mundo”. Las imágenes fueron difundidas por el activista canadiense Phil Demers, quien trabajó en el parque acuático. En la publicación se lee:

“Este vídeo fue tomado el 04 de septiembre de 2021. Entonces, los activistas anti-cautiverio entraron en MarineLand y observaron a Kiska, su última orca sobreviviente, golpeándose su cabeza contra la pared. Míralo y compártelo. Esta crueldad debe terminar”, escribió de Demers.

A principio del presente año otro clip de Kiska se hizo viral, se le veía nadando en círculos alrededor de su tanque.

Lejos estábamos de imaginar que sería de las últimas veces que la veríamos con vida, es posible que en su mundo ese nado sincronizado era una especie de protesta por la pérdida de su libertad.

La organización Orca Rescues Foundation afirmó:

“Durante más de 40 años, ha sufrido la pérdida de su libertad, de sus bebés y todos sus compañeros de tanque. Durante los últimos 10 años, ha estado en completo aislamiento social de otros de su clase. Esto es lo que le ha hecho su soledad y su cautiverio”.

La lamentable situación en que vivía Kiska llamó la atención de medios internacionales, activistas y defensores, pero desafortunadamente, su caso no conmovió del todo a las autoridades pertinentes y este noble animal murió sola y en cautiverio, sin la posibilidad de conocer el mundo marino real que le negaron desde que era una cría.

Varias organizaciones animalistas llevaban años pidiendo la liberación de Kiska. Acusaron al parque de tener al animal viviendo en condiciones “equivalentes a la tortura”.

En las redes sociales se han hecho eco de su fallecimiento, también desde la ONG internacional World Animal Protection, que ha recordado el calvario en que vivió Kiska.

“Kiska “la ballena más solitaria de mundo” y la última orca cautiva en Canadá, ha muerto. Después de ser capturada de la naturaleza en 1979, pasó su vida en varios parques marinos antes de terminar en Marineland, donde pasó los últimos doce años de su vida en confinamiento solitario”.

A pesar de que el Parlamento de Canadá aprobó una ley en el 2019 que los cetáceos estén en cautiverio, conocida como la Ley Free Willy, esta no tiene carácter retroactivo. Por ese motivo, animales como Kiska, que ya se encontraban en esa situación de cautiverio, no han podido ser liberados.

Lamentamos la partida de Kiska pero nos queda el consuelo que ahora descansa en paz. Nos queda alzar la voz y dar pasos firmes para lograr de manera contundente que se aprueben y hagan cumplir las leyes que velen por nuestra fauna.